Tipos de Discapacidad Auditiva
Los problemas auditivos son más comunes y diversos de lo que parecen. Muchas personas de nuestro entorno tienen problemas para oír bien y necesitan aparatos e intervenciones médicas para conseguir una audición dentro del rango normal.
No todos los problemas auditivos son iguales. Hay quienes no pueden oír absolutamente nada, mientras que otros tienen un rango auditivo menor que el de la mayoría de las personas pero aún así oyen.
Entendemos por discapacidad auditiva a cualquier condición en la que el afectado tenga reducida su capacidad de percepción del sonido, lo cual a su vez viene acompañado de una problemas en la comunicación verbal. Existen varios tipos de discapacidad auditiva, en función de la gravedad de la pérdida de audición y qué problema haya hecho que la persona no pueda oír bien.
La discapacidad auditiva puede ser unilateral o bilateral, es decir, puede ser que haya un oído dañado y el otro esté sano o que ambos tengan problemas para captar y enviar los sonidos al cerebro. En caso de tener un oído sano éste puede ser usado para compensar la situación y hacer que la persona pueda tener una vida relativamente normal sin requerir demasiadas ayudas auditivas, aunque le costará detectar de dónde viene el sonido.
La gravedad de una discapacidad auditiva que se considera en función del sonido mínimo que la persona afectada puede escuchar con su mejor oído. A más decibelios (dB), más fuerte es el sonido y, en caso de que haya una pérdida cercana a 90 dB generalmente se habla de sordera. Si hay problemas para oír pero se oye por debajo del límite de los 90 dB los diagnósticos van desde pérdida de la audición leve a hipoacusia y sordera.
Son varios los tipos de discapacidad auditiva y existen muchos criterios para clasificarlos, criterios que vamos a ver a continuación además de mencionar algunas de las principales causas detrás de los problemas de audición.
En sí misma, la discapacidad auditiva no es una enfermedad, sino la consecuencia de diferentes condiciones médicas que pueden provocar daños en la audición. Tanto si se trata de una pérdida transitoria como permanente, muchas personas con discapacidad auditiva pueden llegar a tener una vida totalmente normal usando diversos recursos para mejorar su audición. Entre estas mejoras podemos destacar los audífonos e implantes cocleares que vendrían a ser el equivalente a las gafas para quienes tienen problemas de visión.
No poder oír no únicamente afecta a
la audición en sí, sino que también dificulta la comunicación y el lenguaje.
Existen varios criterios para clasificar los tipos de discapacidad auditiva. Al ser un tipo de discapacidad muy heterogéneo no se puede establecer una sola clasificación, aunque cabe decir que las que hay no son mutuamente excluyentes. Básicamente, las podemos clasificar en función del momento de aparición, la gravedad, el pronóstico y dónde se encuentre la lesión.
- Según su momento de Aparición: En función de cuando la persona empezó a manifestar discapacidad auditiva podemos hablar de:
- Congénita: La persona nace con algo que le provoca problemas auditivos, pudiendo ser por culpa de una malformación de las estructuras que se encuentran en el oído o por un mal funcionamiento a nivel nervioso o celular. Que sea congénita no quiere decir que se detecte temprano, aunque lo ideal es que así sea para poder intervenir lo antes posible. En este aspecto se dividen entre discapacidades auditivas aparecidas entre el momento del nacimiento y los 3 años y aquellas que aparecen después de cumplida esa edad.
- Adquirida: Se produce a lo largo de la vida y puede ser causada por múltiples factores, como pueden ser el uso de fármacos ototóxicos (que dañan el odio) o lesiones en el tímpano. No todas las sorderas adquiridas son causadas por factores externos y evitables, puesto que en muchas ocasiones la discapacidad auditiva va apareciendo con la edad o como consecuencia de una enfermedad degenerativa.
Dentro de las sorderas adquiridas hay tres tipos en función del momento en el que se adquirió el problema: prenatales, causadas durante el embarazo; neonatales; producidas durante el parto o inmediatamente después; y postnatales, producidas tiempo después de haber nacido.
Tanto si son congénitas como adquiridas, es muy importante ver si aparecieron antes o después de que la persona adquiriera el lenguaje. En caso de que adquiriera la sordera antes de aprender a hablar sería una discapacidad auditiva prelocutiva, mientras que si aparece después es una postlocutiva.
- Según su Gravedad: En función de lo mucho o poco que la persona pueda oír y lo necesario que sea recurrir a ayudas especiales para conseguir una audición adecuada hablamos de tres tipos principales de discapacidad auditiva.
- Cofosis:condición auditiva en la que la persona no puede oír absolutamente nada. Algunos la consideran un sinónimo de sordera profunda aunque en este caso la persona sí puede oír sonidos a muy alto volumen (90 dB).
- Sordera: La sordera propiamente dicha es la discapacidad auditiva en la que la persona no oye sonidos a menos de 75 dB, siendo especialmente grave si no los puede oír por debajo de los 90 dB. La persona está sorda, pero no es una sordera profunda y tan grave como la cofosis porque en este caso el afectado puede oír los sonidos si se le son amplificados por medio de dispositivos especiales.
- Hipoacusia:La hipoacusia es menos grave que la sordera, puesto que la persona puede oír por debajo de los 75 dB pero no el rango completo de audición normal.
- Según la Ubicación de la lesión: Algunos casos de sordera son provocados por una lesión la cual obstaculiza la percepción de sonidos y su interpretación a nivel cortical. En función de donde se ubique esta lesión podemos hablar de los siguientes tipos de sordera.
- Sordera de conducción: El problema se encuentra o bien en el oído externo o en el oído medio. Estas son las que mejor pronóstico tienen, puesto que tratarlas es relativamente fácil. Puede que se requiera una intervención quirúrgica, como por ejemplo insertar un tímpano artificial, o incluso requerir una mera limpieza del canal auditivo, extrayendo un tapón de cerumen que esté afectando a la audición del paciente.
- Sordera sensorineural: Son complicadas de tratar puesto que la lesión se encuentra en lugares más profundos y delicados. El daño puede estar en el oído interno, el nervio auditivo o, incluso, en la corteza auditiva, es decir, el lugar del cerebro en el que se interpreta los estímulos acústicos.
- Mixta: La discapacidad auditiva se debe a un problema en el oído externo y/o el medio junto con un problema a nivel más interno, en el oído interno o el nervio acústico.
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